El silencio
es la máscara del alquimista que oculta recuerdos,
es el obsequio de los enamorados,
el mosaico oscuro de los solitarios.
El silencio
es el aquelarre de los tristes,
la histeria mustia de la soledad.
Es el dintel de la sonrisa,
pátera de la juventud,
la hebilla de los iracundos,
lauda funeraria de los moribundos.
El silencio
se refugia en la lucerna de los sabios,
es el cadalso con nardos de los pecadores.
El silencio…
(Pertenece al libro Rincones deshabitados, Almería, Tágilis, 2007.)
Extraído de la revista cultural calle-B
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