LANTEIRA – VÁLOR (POR EL PUERTO DEL LOBO)

Ante todo y primeramente agradecerle al amigo Antonio Gámez López la inestimable y desinteresada colaboración para la realización de esta ruta. Compromiso que le hice hace bastante tiempo para nuestro Club de Senderismo El Bastón y que hoy se ha hecho realidad y más que materializada. Contacto, porque debo de decirlo, que hice a través del Foro Montañero de Nevasport en el que apareció un día como el que no quiere la cosa, con esa alias ya más que sonado, el de “Lanteirano”dando la talla de su sabiduría montañera y preparación física, avalada por sus reportajes y pateos de altura por esas tierras tan suyas. Hoy más que demostrada tanto en el terreno humano como en el deportivo. Habiendo incluso llegado, algún compañero del citado foro (y no me gusta señalar, Boticario) a ponerle de forma más que cariñosa hasta el sobre-nombre, con título nobiliario incluido, de “Virrey del Marquesado”. Currículo al que hoy yo le añadiría el de “Conde-Duque de Argenteira, ya que por naturaleza y honores le corresponden por ser oriundo de esta bonita localidad del Marquesado, la de Lanteira, por méritos más que propios y con redoble montañero. Aunque y verdaderamente, ya sin accesorios ni aperos nobiliarios que valgan, hablando en serio y en plata de ley, como por allí le conoce y a pelo, a esta tan excelente persona como ser humano, es como nieto del "Tío Seguro".
Así que, aquí estamos un domingo más en Albolote, esperando el autocar que nos llevaría hasta esa localidad del Marquesado del Zenete. Concretamente, 12 miembros del Club Senderista de los Pisacarriles, al que pertenece el amigo Antonio Gámez, que nos esperaba en la misma; 2 componentes del foro montañero Nevasport (el amigo Juan Ramón alias “Trevenque” y Paco - “Alayos”, - dos figuras de nuestra serranía montañera, y andarines, como solemos decir, “de la leche”) y 11 socios, y ya para terminar del nuestro, el del Bastón.
Así que para allá que vamos hacia Lanteira, población ésta situada sobre la cota de los 1.278 m.a., en la ladera Norte de las cumbres de Sierra Nevada, siendo la de mayor altura de los de la comarca del Marquesado del Zenete y al que pertenece, dejando atrás previamente a nuestro paso motorizado, una vez abandonada la A-92, en la salida de la Calahorra, este primer núcleo urbano; y a nuestra derecha, el de su vecino y ex-minero, Alquife.
Comentar que la historia de Lanteira se remonta a la época Romana, conocida por Argenteira - "Ciudad de la Plata", debido a su riqueza en yacimientos de ese mineral, (se cuenta que el mismísimo Aníbal, sufragó más de una contienda contra el todopoderoso Imperio Romano con la plata arrancada a estas tierras) y que durante la Edad Media fue conocida como "Alyanteira", derivando dicho vocablo, con el paso del tiempo, hasta el actual y último conocido.
Minería pues, denominador común de la misma y de toda esta zona, durante siglos y siglos, como sabemos...Ferreira, Alquife, el propio Jérez del Marquesado ( mira tú por donde hoy me he enterado que de éste último salió el cobre para la fabricación de la primera peseta, nuestra más famosa y desaparecida “rubia” española); manteniéndose su explotación hasta el año 1900. Testigo fehaciente pues, los diferentes restos de yacimientos y de fundiciones que todavía se pueden apreciar en lo que se conocen como las minas del "Tío Seguro"; como al principio os decía, el abuelo de Antonio Gámez para más señas, tal y como a él le gusta presentarse y con orgullo.
En la época Nazarí, aunque por su situación geográfica, Lanteira se encontraba apartada de las principales rutas y vías de comunicación de aquellos entonces, tuvo un gran esplendor pudiendo apreciarse al día de la fecha los restos de dos castillos árabes, baños, diferentes construcciones y otros vestigios como los sistemas de explotación agrícola (las típicas "paratas") regadíos y molinos harineros.
Tras la expulsión de los moriscos hacia las Alpujarras por las tropas de Juan de Austria, fue repoblada por colonos procedentes principalmente del norte de la Península.
La agricultura y la ganadería, han sido sus otras fuentes de riqueza. La vegetación es muy variada debido a su carácter montañoso y a la dureza del clima, combinándose los bosques de pinares, chaparrales, castaños y almendros. Por su situación geográfica, está separada por la cordillera de Sierra Nevada de los pueblos alpujarreños de Los Bérchules, Mecina Bombarón, Yégen y Válor, lo que ha hecho que la comunicación entre ambas comarcas date de tiempos inmemoriales a través de lo que se ha conocido como camino de “herrería”; derivando en la existencia de varias vías de comunicación a través de los diferentes puertos de montaña que han perdurado hasta muy avanzado el siglo XX. Como añadidura decir que aún viven personas que se han dedicado a esta actividad, pero que debido a la evolución de los medios de transporte y a los cambios de formas de vida, se han dejado de utilizar y en su mayoría, estos caminos de herradura ya se encuentran prácticamente borrados y en huella en gran parte de sus recorridos.
Entre los monumentos de carácter religioso se encuentra la Iglesia Parroquial, construida entre 1540 y 1560 sobre lo que anteriormente fuera mezquita, destacando el artesonado ochavado y la cúpula del presbiterio, ambos de estilo mudéjar
Pero vayamos al presente de los pasos. Decir que la ruta que hoy nos ocupa, y que nos ha preparado “el gran Maestro” Antonio, entre Lanteira y Válor, tal y como nos indicaba en la descripción previa que nos mandó como invitación y reclamo, ciñiéndome pues hoy casi a la misma, discurre en la mayor medida de lo posible por el antiguo camino de herradura que unía ambos pueblos a través del puerto del Lobo y que además de los Arrieros, transitaron otras personas para dirigirse a tomar las aguas agrias de Valor por sus propiedades medicinales.
Así pues, salimos de Lanteira por el camino de la Tía Lucía, continuando por el camino de los Molinos y tras desviarnos uno 300 m. para contemplar un majestuoso castaño milenario situado junto a la llamada Balsa Nueva, y que a pesar de que está podado no hace mucho, nos imaginamos, quedándonos cortos seguramente de su porte antes del “escamujo”. Continuando, aún con la boca abierta, y cruzando el río del Barrio por el molino del Tío Víctor donde iniciamos la subida, adentrándonos en el pinar con el que nos tropezamos por la vereda que se dirige a la Hoya Lentejas y después de pasar Los Trancos (con un excelente mirador y breve parada para reagruparnos), continuamos hacia la Solana del Puerto, despidiéndonos del agradecido pinar (ya que el sol hoy pegaba y de lo lindo por estas alturas), encontrándonos con los Prados de la Pirula, hasta llegar al Collado Pinos (2190 m.), llamado también en algunos mapas y cartografía como Collado del Pino, por donde transcurre el tramo 16 del SULAYR (Las Chorreras – Postero Alto).
Desde aquí continuamos la subida por la falda del San Juan, atravesando algún neverillo y ventisquero que otro, acompañados de algunas chorreras y borreguiles varios que nos sirven de delicias y refresco para la mente y el cuerpo, para coronar ya el Puerto o Paso del Lobo, cota máxima de la ruta; que con sus 2.400 m.a. nos deja sobre la mismísima base del San Juan (2.800 m.) Punto éste tan espectacular del Puerto del Lobo, desde donde se tienen unas vistas más que privilegiadas de toda la zona del Marquesado, Picón de Jérez, de las Sierras de Baza, Cazorla, Mágina, Gádor y las Alpujarras.
Puerto del Lobo que, junto con el situado un poco más hacia al Oeste, - hacia Jérez del Marquesado- y que sale justamente por encima de Mecina Bombarón, de recorrido muchísimo más largo, el llamado Puerto de Rejón o de los Bérchules, fueron utilizados en ambos sentidos como decía, para comunicar estas dos comarcas, el Marquesado con La Alpujarra.
Gerald Brenan, en su libro “Al Sur de Granada”, y refiriéndose al primero de ellos lo describe como sigue; con ese error de bulto en su altitud y al que se refiere de los 2.000 m. en vez de los 2.400 m. y que verdaderamente tiene…
“…Además de las expediciones veraniegas a las altas montañas, solía atravesar la cordillera por donde tiene menos elevación, para llegar a la altiplanicie del Marquesado, situada en la otra vertiente. El paso que normalmente tomaba era el puerto del Lobo- otro nombre mal aplicado, pues la palabra árabe de la que deriva es loh que significa tabla, y el puerto es un trozo de tierra estrecho y llano-. Situado a una altura de unos dos mil metros sobre el nivel del mar, se abre a las mulas de carga solamente de mayo a octubre, aunque un hombre a pie podía pasarlo durante los meses de invierno si no le asustaba el riesgo.
El lugar, sobre todo en los día de niebla, era triste y monótono. Subía uno gradualmente a lo largo de pendientes pizarrosas redondeadas sin aristas y casi sin vegetación. Entre las piedras, una pequeña planta gris con sus hojas plegadas como mano en oración, parecía esperar algo que no llegaba nunca. A llegar por fin a la cima uno se encontraba sobre una pequeña y estrecha llanura donde se alzaban varias cruces de madera. Eran de pobres vendedores que, con sus delgadas ropas de algodón, habían cruzado la cordillera para vender sus sardinas y boquerones en los pueblos del otro lado y habían sido sorprendidos por la nieve el viento helado: aparecían luego sus cuerpos con los ojos comidos por los cuervos….
…La perspectiva hacia el norte desde la cima del puerto del Lobo es sorprendentemente oriental. Inmediatamente debajo se extiende una llanura ancha y amarillenta, totalmente desnuda y rodeada de montañas arrugadas y de color ocre. En medio de ella corre una línea verde oscura como la tinta derramada de un tintero, que es el oasis formado por el río Guadix y sus afluentes. Cabía pensar que uno estaba mirando hacia Damasco desde el monte Hermón.”
Iniciando acto seguido, sobre nuestro presente ahora de los pasos, tras otra pequeña parada para reagruparnos, y en sentido contrario al que menciona el célebre hispanista inglés, la bajada por las inmediaciones de las llamadas "Primeras Aguas", que observamos procedentes de los ventisqueros, haciendo aquí la parada obligada para el avituallamiento, porque ya tocaba la hora del ángelus. Túneles de nieve que pillamos por aquí como “infragantes” para disfrute de la vista y de las instantáneas.
Tras la parada, continuamos pues por la Loma del Monte, entre los Barrancos del río de Válor y el de Nechite, dejando atrás una corraleta para el ganado con una pequeña construcción que usan los pastores para refugiarse, el llamado Corral de Nechite, combinando pistas, cortafuegos y veredas, para una vez pasada la famosa Cuesta Larga (en la que casi nos dejamos los frenos pegados) y el Cerrón, divisamos ya el pueblo de Válor; alcanzándolo a través de paratales de almendros y restos del antiguo camino que unía los pueblos de Lantéira, Aldéire y la Calahorra con esta parte de las Alpujarras.
Localidad ésta de Válor, con sus barrios Alto y Bajo como estandartes; patria chica que fue del famoso Abén Humeya (Don Fernando de Córdoba y Válor), y que según algunos historiadores proviene de su topónimo árabe "Ballur", atendiendo al cristal de roca que los moriscos granadinos consideraban como piedra preciosa; lugar en donde nos estaba esperando el autocar para traernos de regreso a Granada.
No sin antes dejar, como merienda-postre y anécdota que nuestro amigo Antonio, ya de vuelta a Granada, rechazando nuestro ofrecimiento y oferta de dejarlo antes en su Lanteira del alma, prefirió irse como dándose un pequeño capricho-homenaje, carrera en mano, después de los 25 Km. y pico de los anteriormente más que traspasados, con ese sube y baja de escándalo, alrededor de otros 8 kilómetros más como “mandaíco”, para ir abriendo boca.
Vamos, que boquiabiertos que nos quedamos cuando lo vimos desaparecer carretera de la Calahorra hacia adentro. Increíble y tan verdadero como que os lo estoy contando. Todo un personaje de carne y hueso; y más, como ser humano. Saludos, campeón ! Muchas gracias amigo Antonio!
Como siempre dejo algunas instantáneas como muestra y detalle de lo vivido; aunque hoy en número superior al acostumbrado por lo extenso de esta ruta tan poco conocida. Porque creo que merece y ha merecido la pena, vamos!
*
-Acceso desde Granada: Tomando la A-92, con dirección Almería, nos desviamos por el e cruce de La Calahorra, dejando atrás esta localidad del Marquesado y la siguiente de Alquife hasta tropezarnos con la de Lanteira.
- Itinerario: Lanteira, Camino Tía Lucía, Camino los Molinos, río del Barrio, Molino del Tío Víctor, Prados de Marujo, Hoya Lentejas, Hoyos del Confitero, Los Trancos, al poco con la Solana del Puerto a nuestra izquierda y los Prados de la Pirula a la derecha llegamos al Collado Pinos, Puerto del Lobo, Primeras Aguas, Corral de Nechite, Loma del Monte, Cuesta Larga, El Cerrón, Válor.
- Participantes: 26 (13 miembros del Club Senderista Pisacarriles, 2 miembros-foreros del Nevasport (los amigos Treveque y Alayos) y 11 miembros de nuestro Club El Bastón.
- Trayecto: lineal
- Distancia del recorrido: unos 25 Km. (ver perfil de la ruta)
- Duración: 8 h. ( como anécdota el amigo Antonio Gámez la hizo en unas 2 horas y poco en la modalidad suya de “al trote, al galope”)
- Desnivel positivo: 1.120 m.- Desnivel negativo: 1.474 m.
- Dificultad: Alta.
-Vegetación: Pinos, castaños, chaparros, almendros… Y sobre las alturas, vegetación principalmente de porte almohadillado (piorno azul ) y otros como el agracejo; sobre los borreguiles (ranúnculos y botones de oro principalmente); y junto a las acequias, ya por esa cara sur de la Alpujarra, un reguero de orquídeas silvestres más que interesante; acompañados en todo momento de rascaviejas, e infinidad de plantas aromáticas (destacando el cantueso como ejemplo a reventar y en abundancia) .
- Agua: Aunque hoy nos la hemos encontrado y en abundancia por algunas chorreras poco antes y después de coronar el Puerto del Lobo, se recomienda llevar.

Toda esta información ha sido extraida del blog caminos del sur-4,si que´réis podéis hacer una visita para ver la ruta con fotos.

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