Lanteira: cancelación manual de 2 valores de 30 cts de 1932 con fecha 29 de diciembre de 1933. En varios pueblos de la comarca del Marquesado del Zenete observamos estas cancelaciones manuales sobre sellos de la República, conocemos Alquife, Lanteira y Lugros sin pasar por alto el cancelador que se "fabricó" el cartero de Jeres del Marquesado.
Bienvenidos a tod@s, se supone que en este apartado uno debe de explicar cual es el objetivo de la creación del blog, pues bien cuando se creó no tenia un objetivo realmente claro pero poco a poco se ha ido creando una red social que gira entorno al pueblo de Lanteira y alrededores. Aunque los objetivos son diversos existen dos puntos fundamentales: recoger toda la información disponible acerca de nuestro pueblo, y establecer un punto de encuentro para tod@s aquell@s que mantengan algún tipo de relación con estas tierras de Sierra Nevada. Recordad que todo el mundo esta invitado a participar, cualquiera puede aportar un pedacito de blog y contribuir a su crecimiento. Si no tenéis nada que enviar os rogamos que os registréis o que os hagáis seguidores del blog, ya sea de forma anónima o con vuestra foto ya que vuestras visitas son la fuente de alimento e inspiración para seguir trabajando. Gracias a tod@s
2 comentarios:
Recuerdo hace muchos años, muchos, como casi 60, que venía el un cartero desde Jerez, todos los días. No recuerdo el nombre, pero su cara y su silueta, sí. Su silueta encima de un mulo que lo traía.
Llegaba al cortijo de mi abuela, que a la vez era taberna, pero nunca le vi beber nada, en Los Pozos, donde las minas.
Vaciaba la saca de cartas y paquetitos en el suelo y entre los dos las clasificábamos para el reparto.
Llevaba una gran cartera de cuero colgada del hombro donde llevaba el libro de los certificados y los paquetes. Las cartas en la mano.
Iba por la calle principal de la barriada, me daba la carta en mi mano y yo la llevaba a la casa según la dirección. Todas las tardes, siempre juntos.
Aquel cartero, aquel hombre abnegado y haciendo todos los días el viaje Jérez-Alquife campo a través sobre su mulo, con aquella chaqueta de pana, su gorra y su bien hacer. Allí estaba yo oteando al horizonte hasta que llegaba.
Eran unos tiempos en que se enviaban las postales sin sobre, solo un sello y un mensaje. Al volcar la saca de la correspondencia cayó una postal con una foto de dos gatitos preciosos. Me gustó y me la quedé. Venía de Barcelona felicitando las navidades. Yo sabía, conocía al destinatario.
Durante mucho tiempo sufrí por quedarme con aquella postal, pensando en la ilusión de recibirla a los que iba destinada. Me dolió tanto y hasta tal punto que tras pasados 60 años me acuerdo de la postal y de mis dos gatos robados. Lo siento, aún estoy a tiempo.
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